Texto
clave: "Porque el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para
servir, y para dar su vida en rescate por muchos." Marcos 10:45
1. Rescatando a los muchos
La palabra usada para rescate en la Biblia es: Lutron (Lutron) que significa
rescate, comprar un esclavo en el mercado y darle la libertad. Eso es
precisamente lo que Cristo hizo en la cruz del calvario, comprarnos para
darnos la libertad. Su rescate es irreversible, su muerte es suficiente, su
perdón a través de su sangre es completo. Fuimos librados de la maldición de
la ley. Esta palabra, muchos, corre a través de las páginas sagradas para
darnos la confianza de que su sacrificio es más que suficiente. Lo único que
ponemos nosotros para nuestra salvación son los pecados.
2. Escogidos para nuestro rescate en la eternidad
Este acto soberano de selección y de muerte, de pagar el rescate desde antes
de la fundación del mundo, sólo cabe en la mente de Dios. "...El llama las
cosas que no son como si fuesen." Romanos 4:17.
"Escogidos desde antes de la fundación del mundo..." Efesios 1:4. Antes de
Génesis 1:1 Nosotros los redimidos ya estábamos en la mente de Dios. Antes
del universo, ya el Cordero había sido sacrificado. Pero en el tiempo, ahora
que somos conscientes de esto, podemos sentir la salvación.
3. Cristo murió por su iglesia
La profecía mesiánica nos dice de Cristo que su nombre sería: "...Jesús,
porque él salvaría a su pueblo de sus pecados." Mateo 1:21. Esto incluye a
los judíos y a los gentiles. Su iglesia está formada por toda nación, tribu,
lengua y pueblo, de todas las edades y razas.
4. Todos para salvación
Nos dice Jesús en Juan 12:32: "Si yo fuere levantado, a todos atraeré a mi
mismo..." Esta expresión "todos" se refiere a los que son llamados para la
salvación. Así que los "todos" son muchos, y si miramos en términos de
cantidad, muchos son la mitad más uno. No estamos hablando de la teología
del universalismo que nos dice que todos serán finalmente salvos. La Palabra
no dice eso; es lindo leer en Romanos 5:20. "Pero la ley se introdujo para
que el pecado abundase, más cuando abundó el pecado, sobreabundó la gracia."
Nunca jamás el pecado podrá alcanzar la gracia de Dios.
5. Llamados, elegidos y fieles
Nuestra salvación comienza con el llamado de Dios: "No me elegisteis
vosotros a mi, sino que yo os elegí a vosotros." Juan 15:16. Nuestra
naturaleza pecaminosa y corrompida por nuestra propia iniciativa no quiere
nada de Dios; el pecado hizo que huyéramos de Dios. Pero Dios, en su
misericordia, ha tomado la iniciativa de rescatarnos y salvarnos.
"Ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre. Juan 6:65.
"Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo. Efesios 1:4
"La sangre de Cristo, ordenada de antes de la fundación del mundo." 1 Pedro
1:19. |