LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO  - Lección #24

Texto clave: "No se turbe vuestro corazón: creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay, si así no fuera os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere, y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo esté, vosotros también estéis." Juan 14:1-3

1. Cristo viene en forma visible

Uno de cada 25 versos del Nuevo Testamento nos señalan este acontecimiento cósmico. Cristo viene por segunda vez a consumar finalmente su obra de redención. En la cruz del Calvario, él nos redimió legalmente del pecado; cuando venga en las nubes, vendrá a redimirnos físicamente del pecado. El profeta Juan nos dice de su final invasión: "He aquí que viene con las nubes y todo ojo le verá, y los que le traspasaron y todas las naciones harán lamentación por él." Apocalipsis 1:7. Y añade Pablo en la primea carta a Tesalonicenses 4:16. "Porque el mismo Señor con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero." Cuando Cristo venga:


Su venida será visible. Hechos 1:9-11
Universal. Mateo 24:27


2. La bienaventurada esperanza

La venida de Cristo es llamada por Pablo en Tito 2:13 "bienaventurada esperanza". Esta palabra (MakarioV Makarios) significa en la Biblia felicidad suprema, gozo indescriptible, plenitud de gozo. Saber que dentro de poco se cumplirá la promesa de nuestra final traslación debe llenar cada corazón de alegría. Pablo añade en 2 Tesalonicenses 4:18. "Por lo tanto alentaos unos a otros con estas palabras." Este debe ser el centro de nuestra conversación, de nuestras meditaciones: el esperar y aguardar el día de nuestra cita con el Señor. Viajar al centro del universo, donde podamos respirar aire puro, donde no habrá pecado, maldición, enfermedad, no hospitales, no dolores, no muerte, no peligros, no crímenes, nada que empañe nuestra felicidad, que miremos de frente a nuestro Señor, que podamos conversar con nuestro "Hermano Mayor" sin ningún impedimento.

3. Nuestra resurrección en su venida

Esta es la promesa divina de tener cuerpos glorificados cuando Cristo venga por segunda vez. Así lo establece la Palabra: "Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo. El cual transformará el cuerpo de nuestra bajeza para que sea semejante al cuerpo de su gloria." Filipenses 3:20-21. Nuestros cuerpos marchitos por el pecado, envejecidos por los años, serán transformados en forma milagrosa cuando Jesús levante de la tumba a a todos los que han dormido en el Señor. Grande es este misterio de la resurrección, de la glorificación, de la restauración. ¡Gloria a Dios por esta promesa bendita de nuestra final redención!