Texto clave: "Y dará a luz
un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus
pecados." Mateo 1:21.
1. Dios con nosotros
Las profecías mesiánicas anunciaron la encarnación del mismo Dios. Esa
palabra que encontramos un poco más abajo de este verso redentor, nos dice
que su nombre sería Emanuel que traducido es: "Dios con nosotros" Mateo
1:23. La encarnación de Cristo Dios es llamada por Pablo el misterio de la
piedad.
2. La obra salvadora de Jesucristo
A través de toda la Palabra se revela la obra de Jesucristo; su propósito
principal era la salvación de los que estábamos perdidos. "Porque el Hijo
del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido." Lucas 19:10.
Todos nacimos bajo la maldición del pecado y con la naturaleza divina
perdida, confinados a la destrucción eterna de nuestras vidas; pero Jesús
vino en nuestro auxilio y nos rescató de las garras del enemigo.
3. Aspectos de la obra de
Cristo
Romanos 5:10 es uno de los nervios de esta carta paulina: "Porque si siendo
enemigos fuimos reconciliados por la muerte de su Hijo; mucho más estando
reconciliados seremos salvos por su vida." Si prestamos atención a este
verso veremos las dos fases salvíficas de Jesús:
Su muerte vicaria en la cruz del calvario. Pablo dice que éramos enemigos,
pero ahora somos amigos; estamos reconciliados con Dios, ya no existe
enemistad con el cielo, porque Cristo, en su obra reconciliadora, nos ha
acercado al trono de la gracia.
Su vida vicaria. Es aplicada a cada pecador que ha sido salvo por el Señor.
Los 33 años que Cristo vivió en la tierra son míos por el puro afecto de su
voluntad y amor. Muchas religiones hablan y se esparcen en la cruz del
calvario, pero se olvidan de la vida en Nazaret de nuestro Salvador, vivida
por nosotros.
4. Como recibimos la obra de Cristo
Esta hermosa doctrina de la salvación la recibimos no por esfuerzos humanos,
no por méritos, no por nuestras buenas intenciones, sino sólo por la fe.
Romanos 5:1-2 nos dice: "Justificados pues por la fe, tenemos paz para con
Dios por medio de Nuestro Señor Jesucristo. Por quien también tenemos
entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos
en la esperanza de la gloria de Dios." No existe otro camino para
apropiarnos de la bendición de nuestra salvación; es tan simple, pero tan
complicado para la mente humana que se resiste a aceptar que todo es por
gracia y por fe.
5. Redimidos de la maldición del pecado
"Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición,
porque escrito está: Maldito cualquiera que es colgado en madero." Gálatas
3:13. En ninguna parte se lee tan claramente el castigo recibido por todos
nuestros pecados. Cristo fue declarado anatema, maldito por causa de
nuestras maldades; él recibió todo el peso de la maldición de la ley de
Moisés sobre sus hombros, y si Jesús lo recibió en nuestro lugar, podemos
estar seguros que la ley no condena dos veces a una persona por el mismo
delito. Fue en el Calvario que finalizó la maldición sobre nosotros. La
deuda ha sido saldada, cancelada y arrojada a lo profundo de la mar. Dios
nunca sacará de allí una cuenta que ha sido pagada.
6. Por la obra de Cristo somos perfectos
"Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los
santificados." Hebreos 10:14. Sólo bastó la ofrenda de su muerte para
presentarnos perfectos delante de Dios. Esa misma ofrenda nos declaró santos
y sin mancha delante de Dios. Esta palabra "perfección" no significa
impecabilidad, sino que es un acto declaratorio de Cristo delante del Padre;
él presentó toda su vida perfecta y su muerte perfecta, que eran una ofrenda
perfecta en nuestro favor, para que Dios nos mirara perfectos a través de su
Hijo amado.
Los perfectos sentimos una misma cosa.
Filipenses 3:15.
Los perfectos hablan sabiduría.
1 Corintios 2:2-8.
Los perfectos comen alimento sólido.
Hebreos 5:14. |