Texto
clave: "Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el
Espíritu Santo y me seréis testigos en Jerusalem, en toda Judea, en Samaria
y hasta lo último de la tierra." Hechos 1:8
1. Testigos del evangelio
Jesús prometió a los discípulos que estaría con ellos hasta el final del
capítulo de esta tierra. El Consolador invisible los acompañaría hasta las
partes más distantes del planeta. Esta promesa y el poder del cielo para
testificar se manifestaría con el poder del don de lenguas. La barrera
principal para la propagación de la Palabra iba a ser la comunicación con
otras naciones y personas que hablaban otros idiomas, esto fue superado en
forma providencial cuando el Espíritu descendió el día del pentecostés sobre
los 120 discípulos que estaban en el aposento alto. El evangelio fue
rápidamente diseminado en Jerusalem, en Judea y en otras naciones gentiles.
Todavía sigue cumpliéndose la última parte del verso clave citado arriba,
estamos viviendo en lo "último de la tierra."
2. El don de lenguas
Esta palabra registrada en Hechos 2:4 "Glossa, glossa" registrada 50 veces y
que significa lengua, la capacidad de hablar en otras lenguas sin haberlas
aprendido, se ha prestado para muchas confusiones. Los Hechos narran las
circunstancias de este don dado a los hombres para testificar a los
gentiles.
Lenguas entendibles. Hechos 2:8. Nos dicen que los discípulos
hablaban lenguas entendibles para los oyentes, desconocidas para ellos.
Lenguas extrañas. 1 Corintios 14:4. Pablo nos dice que esta clase de
lenguas edifica sólo al que las habla, es entendible sólo por Dios y señal
para los incrédulos. Cuando se presentó este problema en Corinto, Pablo
recomendó que si alguien quería hablar en lenguas debía haber un intérprete.
3. El don de profecía
Pablo menciona este don del cielo por encima del don de lenguas, por sus
beneficios para el cuerpo de Cristo. El que profetiza edifica a la iglesia
dando exhortación y consolación. Pablo añade que por encima de todos los
dones del Espíritu Santo está el amor con que deben ir acompañados los dones
del cielo.
4. Con
decencia y orden
El apóstol menciona el principio del orden para desarrollar los dones
espirituales, el ejercicio del don de lenguas estaba trayendo desorden en la
congregación. Al igual que antaño, debemos seguir este principio para que
podamos recibir bendición cuando se ejerzan los dones del cielo. Unos para
testimonio a los gentiles o inconversos y los demás a los creyentes del
cuerpo de Cristo.
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