Texto
clave: "Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de
gozo, sino de tristeza, pero después da fruto apacible de justicia, a los
que en ella han sido ejercitados." Hebreos 12:11
1. Significado de la disciplina divina
Un poco atrás de este capítulo 12 de Hebreos el autor nos dice que, "no
despreciemos la disciplina de Dios." Esta palabra tiene en español una raíz
latina "Discere" de donde viene la palabra discípulo y también disciplina.
Estamos en el taller de Dios. Todos los hijos de Dios necesitamos la
disciplina del cielo, porque a través de ella formamos nuestros caracteres
para el cielo. En el antiguo testamento, los únicos que no eran
disciplinados eran los hijos naturales, por lo tanto no podían entrar al
templo.
2. Entregado para la destrucción de la carne
En Corinto se levantó un caso de inmoralidad: el hijo vivía con su
madrastra, el cual, Pablo dice, sea "entregado a Satanás para destrucción de
la carne, pero el espíritu sea salvo en el día del Señor." 1 Corintios 5:5.
Este verso se ha prestado a muchas interpretaciones, pero lo más importante
es notar que en la segunda carta a los Corintios 2:5-11 Pablo recomienda que
después de la disciplina eclesiástica el pecador debía ser perdonado y
aceptado en el seno de la iglesia. Los pecados de la carne a veces producen
la muerte, pero el espíritu es salvo en el Señor. Imaginemos a un cristiano
que le da gusto a la carne, y comete adulterio; esta relación extramarital
lo contagia del sida mortal, y en dos meses muere arrepentido; la carne fue
entregada a Satanás, pero su espíritu es salvo.
3. Gozo en la pruebas
Santiago nos dice que las pruebas y dificultades que tengamos en nuestra
vida diaria forman parte de la disciplina del cielo y deben ser recibidas
con gozo y alegría. "Tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas
pruebas..." Santiago 1:2. Esto produce paciencia y esperanza. Cuando esto
nos ocurra, demos gracia y gloria al cielo porque Dios está trabajando en
nosotros. |