Texto
clave: "Estad pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo
libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud." Gálatas 5:1.
1. Doctrina del mérito
El evangelio fue amenazado constantemente por los judíos fanáticos que
enseñaban la salvación por medio de Jesús sin dejar la ley de Moisés. Habían
hecho una mezcla de ambas cosas; Jesús en el monte Calvario unido a Moisés
en el monte Sinaí. Esta mezcla la vemos claramente en la carta de Gálatas.
Los hermanos convertidos en estas iglesias habían sido evangelizados con el
puro evangelio de la cruz. Pero cuando Pablo salió de Galacia, los falsos
hermanos llegaron y pusieron las cargas pesadas del judaísmo sobre los
recién convertidos; habían comenzado por la fe pero estaban terminando por
las obras. Esto se llama "Galatianismo." De estos existen millones que
hablan de Jesús como su Salvador pero exaltan lo que hacen por su Salvador.
2. Enfrentando la mezcla del evangelio
En Gálatas 2:11-21 encontramos el caso singular de Pedro, quien todavía
no hacía diferencia entre las leyes de Moisés y la salvación por fe, sólo en
Cristo Jesús. Pedro era el apóstol de los judíos, Pablo el apóstol de los
gentiles. En Antioquía Pedro se juntaba con los gentiles y actuaba como
gentil en sus costumbres, pero cuando se reunía con los judíos, se separaba
de los gentiles y actuaba en forma hipócrita. Pablo dice que no andaba
conforme a la verdad del evangelio. Es el mismo problema de muchas
religiones; predican la cruz del calvario, pero viven en el Sinaí
determinando su salvación en la obediencia y sus buenas obras.
3. La salvación es por sustitución, no por imitación
Dice 1 Juan 2:6. "El que dice que permanece en él debe andar como él
anduvo." Es el blanco espiritual de cada cristiano imitar a Jesús,
asemejarnos al modelo, pero debemos evitar caer en la tentación de hacer de
la imitación de Cristo nuestra salvación. Nuestra salvación no es por
imitación, ni por tratar de vivir como Cristo. Ninguna obra que hagamos nos
facilitará la salvación. Si hacemos esto, estamos mezclando la fe con las
obras.
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