1. Hay tres pasajes que nos dicen que el diablo fue destruido, que el
pecado fue quitado y que la muerte fue quitada
a.
Hebreos 2:14 dice
que el diablo fue destruido
b.
Hebreos 9:26 dice
que el pecado fue quitado de en medio
c.
2 Timoteo 1:10 dice
que Cristo quitó la muerte
2.
¿Quiere decir que después de la muerte de Cristo, ya no hay más
diablo, más pecado y más muerte? Hay un movimiento de gracia que dice
que por cuanto Cristo destruyó al diablo, entonces, el diablo dejó de
existir. Pero veamos ¿Qué dice la Escritura en Hebreos 2:14, en
Hebreos 9:26 y en 2 Timoteo 1:10?
3.
Antes de estudiar que fue lo que Cristo destruyó en Hebreos 2:14,
comprendamos el significado de las palabras “diablo y
destrucción”.
a.
La palabra diablo es del griego
diabolos que significa “calumniador o
acusador”
b.
Diabolos
viene de diabebola y a su vez de diaballo (día= a tráves y ballo=
lanzar) y significa “atravesar, lanzar, traspasar, en sentido figurado
significa “dañar, traspasar, lanzar o herir con una acusación o
reporte falso
c.
Diabolos es
un sustantivo que significa “acusador, calumniador”
d.
Diablo en Hebreos
2:14 no es un nombre propio de un ángel o un hombre, es un reinado, es
una simiente
e.
Diablo es un nombre
apelativo que se le aplica a una simiente o imperio.
f.
La palabra destruir es del griego
Katargeo y significa:
1.
Inutilizar (Lucas
13:7)
2.
Invalidar (Romanos
3:31)
3.
Destruir (Romanos
6:6)
4.
Quedar libre
(Romanos 7:2)
5.
Deshacer (1
Corintios 1:28)
6.
Acabar (1 Corintios
2:6)
7.
Suprimir (1
Corintios 15:24)
8.
Abolir (Efesios
2:15)
9.
Anular (Romanos
4:14)
10.
Quitar (2 Timoteo
1:10)
g.
Destruir en Hebreos
2:14 es abolir del griego Katargeo (Kata= abajo y argos=
inactivo) y significa que el imperio del diablo quedó reducido a la
inactividad por la muerte de Cristo en la cruz y no significa Kataluo
que es destruir totalmente.
h.
Entonces, aquellos
que dicen que el diablo no existe, se están inventando “un diablo que
no existe en este pasaje”; porque el diablo de Hebreos 2:14 es un
imperio, es una simiente
i.
Pablo no usa en
Hebreos 2:14 la palabra griega Kataluo que es (aniquilamiento) sino
Katargeo que es (anulación). Cristo lo que destruyó o anuló fue el
poder de un imperio, de una simiente
j.
¿En dónde fue que
se cumplió la profecía de Génesis 3:15 Que dice que la simiente de la
mujer que es Cristo heriría a la simiente de la serpiente en la
cabeza? Se cumplió cuando Cristo murió y triunfó sobre esa simiente de
pecado en los hombres.
k.
Observa que el
diablo aquí es el imperio de la muerte y el imperio de la muerte es el
pecado. Cuando el pecado entró en el mundo el imperio de la muerte
vino con él. Pablo dice en Romanos 5:12 que Adán introdujo el pecado
en el mundo, y por el pecado vino el imperio de la muerte, así que el
imperio
de la
muerte pasó a todos los hombres, por cuantos todos pecaron
l.
El pecado reinó
desde Adán para muerte (Romanos 5:21) y la paga del pecado es la
muerte. Santiago 1:15 dice que el pecado...da a luz la muerte. Hebreos
2:14 dice que el diablo tenía el imperio de la muerte
m.
El diablo en
Hebreos 2:14 es un término que se le pone a la pecaminosidad humana,
personificándola para dramatizar su influencia sobre nosotros
n.
Si el diablo en
Hebreos 2:14 no hubiese sido una simiente, entonces, ningún cristiano
sería libre del poder de la simiente pecaminosa
4.
Pablo dice en Romanos 6:14 “Porque el pecado no se enseñoreará de
vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia”. El
V:14 dice: “Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y
hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y
como fin, la vida eterna”.
a.
¿Cuál fue el diablo
que Cristo destruyó o anuló en Hebreos 2:14? Fue al pecado. El diablo
aquí representa la naturaleza humana pecaminosa
b.
Por primera vez en
la historia de la humanidad, el pecado fue vencido con éxito. Jesús
destruyó el pecado, es decir, al diablo
c.
Debido a esta gran
victoria, el pecado no se enseñoreará más del cristiano; porque el
cristiano ya no está más bajo la ley
d.
¿Cuál es el poder
del pecado? Es la ley, 1 Corintios 15:56 dice: “Ya que el aguijón
de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley”. El
poder del pecado, que es la ley fue destruido.
e.
Estar bajo la ley,
es estar bajo el señorío del pecado y el pecado es el aguijón de la
muerte. El imperio de la muerte tiene un aguijón que es el pecado. Ese
pecado aguijoneaba como una estaca puntiaguda nuestra carne; pero
ahora, ya no estamos bajo ese poder, sino bajo el poder de la gracia
para que ese aguijón no nos moleste más, no se enseñoree de nosotros
f.
Bajo la gracia ya
no tenemos ese aguijón, ya no tenemos el poder del pecado que es la
ley. En gracia no hay aguijón ni ley.
g.
Pablo dice que
ahora hemos sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios , para
tener por fruto la santificación y como meta final la vida eterna
h.
Si Cristo no
hubiese destruido o anulado el poder de esa simiente llamada diablo o
pecado; ningún de nosotros podía ser librado del pecado, llevar fruto
de santificación ni tenido vida eterna.
5. Lo
que Cristo por medio de Su muerte destruyó fue al diablo del pecado,
destruyó su simiente, su imperio. Cristo en la cruz lo despojó, lo
exhibió y triunfó sobre esa simiente.
a.
¿Qué fue lo que
Cristo venció? Venció al diablo del pecado, venció la tendencia humana
a pecar, venció a la simiente de la serpiente
b.
Por cuanto Cristo
venció la tendencia humana a pecar, a partir de ese momento se abrió
el camino nuevo por el cual los pecados de Su pueblo podrían ser
perdonados. Mateo 1:21 dice que JESÚS significa que él salvará a Su
pueblo de sus pecados
c.
Observa que Jesús
nos salvó de todos los pecados de nuestra conducta, porque nosotros
estábamos muertos y perdidos en nuestros delitos y pecados (Efesios
2:1), pero Jesús no venció la naturaleza pecaminosa, no venció la raíz
del pecado, porque la raíz del pecado se vence con la muerte física
d.
Pablo dice en 1
Corintios 15:54-57 que cuando el cuerpo corruptible se haya vestido de
incorrupción, y lo mortal de inmortalidad, entonces, la muerte será
absorbida en victoria
e.
Un cristiano muerto
ya no tiene el aguijón de la muerte que es el pecado. El pecado en
singular es el amo, un poder, es algo natural, algo heredado, algo
congénito que está en nuestra carne; por eso, Pablo dice en Romanos
6:12 “No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo
que lo obedezcáis en sus concupiscencias”.
Que no
reine el amo, que no reine ese diablo, esa simiente.
6. ¿Qué
fue lo que Cristo quitó? Hebreos 9:26 dice que quitó de en medio el
pecado. Con un solo sacrificio quitó de en medio el pecado de su
pueblo.
a.
¿Qué fue lo que
quitó? Quitó la tendencia a pecar, quitó el poder, suprimió su dominio
pero no quitó el pecado como naturaleza o como raíz
b.
Donde Cristo
hubiera quitado la raíz llamada pecado en singular, ¿Qué no habría en
el mundo? No habrían seres humanos ni con raíz, ni con naturaleza, ni
con tendencia a pecar. No habría ni un solo pecador cometiendo
pecados.
c.
Pablo dijo en
Romanos 6:1 “¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para
que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto
al pecado, ¿Cómo viviremos aún en él? ¿Qué es morir al pecado? Es
morir a la tendencia, a la naturaleza de pecar, es morir al amo, al
poder del pecado
d.
El V:11 dice “...Consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo
Jesús, Señor nuestro”.
e.
Cristo quitó la
tendencia a pecar, pero todavía el viejo hombre está viciado con
deseos engañosos (Efesios 4:22) de los cuales todos los días tenemos
la tarea de despojarnos y vestirnos del nuevo hombre en Cristo Jesús.
7. 1
Juan 3:18 dice que el Hijo de Dios apareció para deshacer las obras
del diablo. El diablo aquí es la naturaleza humana pecaminosa.
a.
Es cierto que
Cristo destruyó al diablo del pecado en la cruz (Hebreos 2:14). Es
cierto que el pecado con una sola ofrenda fue quitado de en medio
(Hebreos 9:26). Pero también es cierto que Cristo quitó la muerte (2
Timoteo 1:10) “Pero que ahora ha sido manifestada por la aparición
de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a la
luz la vida y la inmortalidad por el evangelio
b.
El evangelio de la
gracia te enseña que Cristo quitó la muerte. El v:9 dice que la gracia
nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, pero
nos fue manifestada y aplicada por medio de la primera venida de
Cristo
c.
Cristo anuló la
muerte y nos trajo la vida. Nunca hubiese vida eterna si Cristo no
hubiera anulado la muerte
d.
Cristo no anuló el
poder de la muerte física sino el poder de la muerte espiritual y
eterna. Si hubiese abolido la muerte física, entonces, después de la
cruz nadie moriría o se podría morir físicamente. Cristo quitó fue el
poder mortal de la muerte espiritual y eterna y sacó a luz (exhibió)
la vida y la inmortalidad por el evangelio de la gracia
8. Por
cuanto Cristo destruyó o anuló al diablo, al pecado y a la muerte, es
que somos salvos por esa gracia que hizo. Pero una vez salvos, ¿Cuál
es nuestro deber?:
a.
Nuestro deber es
luchar con el pecado hacia el cual está inclinada nuestra naturaleza
humana
b.
Cuando Pablo dice
en Efesios 4:27 “No deis lugar al diablo” significa combatir
una tendencia, una naturaleza, una simiente, un diablo en la carne que
es enemistad contra Dios
9. Todo
cristiano salvo debe saber que todavía es humano, que tienen todas las
tendencias humanas y todos los deseos engañosos en su carne; pero la
victoria consiste en no dejarlos reinar, en no presentar los órganos
de nuestro cuerpo mortal a esos deseos.
a.
Aunque un salvo
ocasionalmente caiga por flaqueza de la carne en una de esas
tendencias, puede venir al trono de la gracia y hallar oportuno
socorro
b.
¿Cuándo veremos la destrucción absoluta del diablo en nuestra carne?
Cuando el Cristo resucitado regrese a la tierra y vista de vida eterna
o de inmortalidad a tu cuerpo mortal
10. Cuando tu cuerpo mortal sea vestido con esa
nueva dimensión llamada eternidad, entonces, el diablo del pecado será
destruido absolutamente por el Señor. Pablo dijo en Filipenses 3:20
que nuestra ciudadanía (nuestra dimensión eterna) está en los cielos.
cuando venga esa nueva dimensión, ella transformará el cuerpo de la
humillación nuestra al cuerpo de la gloria del Señor. Nuestra
ciudadanía es Cristo el Salvador de nuestra carne. De aquí en adelante
andemos en el Espíritu. |