La Salvación es de Dios
Las
Doctrinas de la Gracia
Por Jorge L
Trujillo
Parte
I - La Depravación del Hombre
La
incapacidad del hombre
La
incapacidad del hombre para obtener una relación con Dios por
sus propios esfuerzos y obras es resultado de la caída de
Adán. El pecado dejó hombre espiritualmente
muerto en cuanto a su relación con Dios y moralmente depravado
en cuanto a su hablar, su conducta, pensamiento y voluntad, y por lo
tal la Biblia lo declara "muerto en delitos y pecados". Esta
condición es la consecuencia directa de la sentencia puesta por
Dios al pecado de Adán.
Génesis
2:16-17
Y
mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo
árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la
ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que
comieres de él ciertamente morirás"
Aunque
es verdad que Adán continuó moviéndose y
respirando, Dios lo declaró espiritualmente muerto y
separado de Él en aquel mismo día. La muerte
física seria evidencia del resultado de su pecado y finalmente
la muerte segunda se apoderaría del hombre para siempre.
Algo ocurrió en el hombre que rompió con aquella
relación que existía y unía al hombre a
Dios. Desde entonces no hay en el hombre voluntad alguna para
buscar a Dios. Este, es por lo tanto, el principal problema
del ser humano. Así tenemos la incapacidad del hombre para
poder hacer nada por si mismo que le recomiende delante de Dios y que
le otorgue la salvación. Después de la caída
de Adán la humanidad quedó muerta, alejada, "
'sin Dios y sin esperanza' en el mundo" (Efesios 2:12)
En
esta condición, la humanidad estaba sin esperanza alguna de
poder mejorar su situación sino que era digna de la ira y
castigo por su conducta pecaminosa, por tal razón Dios tuvo que
enviar a su Hijo al mundo para rescatarlo de tal horrible
condición. El hombre no puede allegarse a Dios, no
porque no tenga albedrío (voluntad), sino que este
albedrío esta preso, esclavo bajo el poder de la carne y la
voluntad de Satanás. El apóstol Pablo dice:
Efesios
2:2-3:
"Y
el os dio vida a vosotros, cuando estabais
'muertos' en
vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo,
siguiendo la corriente de este mundo,
'conforme
al príncipe del aire', el
espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre
los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los 'deseos de nuestra carne' y de los pensamientos, y
éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los
demás..."
El
resultado de la caída de Adán fue tal y como Dios lo
dijo, causó muerte en el hombre. El mismo día
que pecó, ese mismo día murió. La muerte
fue espiritual y aunque el hombre se movía y caminaba, Dios dice
que estaba muerto. (Efesios 2:2). El hombre estaba muerto y no lo
sabia. Por esto dice el Apóstol Pablo que la muerte
reinó desde Adán hasta Moisés, cuando fue
introducida la ley. Prueba de esta muerte es real lo
demuestra el hecho de que ninguna nación en el mundo desde
Adán hasta Cristo fue una nación creyente. Ni una
sola de las naciones del mundo fue conocida por ser seguidora del Dios
verdadero. Un estudio a través de la Biblia o un estudio
sobre la historia del mundo revela esta gran verdad.
Romanos
3:10
"Como
está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien
entienda. No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a
una se hicieron inútiles..."
Solo
basta con echar una mirada a la historia de las naciones que vivieron
sobre la tierra desde Adán hasta Cristo y aun hasta el tiempo
presente. Es claro que "no hay quien entienda, no hay quien
busque a Dios", todos han buscado sus propios dioses. Los hombres
han sido muy sabios en la sabiduría terrenal, en los negocios,
en la ciencia, en la guerra, en la tecnología y muchas otras
áreas, pero cuando se trata del Dios verdadero, han sido un
colosal fracaso. Unos adoran las estrellas, otros el sol y otros
la luna; otros adoran animales tales como la vaca, el toro, la
serpiente, las bestias de la jungla y hasta las aves y los insectos de
la tierra. La humanidad a creado ídolos de la
naturaleza y de su imaginación y hasta de su persona. En
las civilizaciones mas adelantadas del mundo presente el dios lo es la
fama, la posición, el dinero, las posesiones materiales y el
YO.
La
muerte espiritual ha dejado al hombre en un estado totalmente carnal e
imposibilitado para poder llegar a Dios. Aun la fe que hace falta
para creer en Dios, el hombre no la posee. El ser humano tiene fe
en el mismo, en su dinero, en su trabajo, en su conocimiento, en su
juventud, en su fuerza y en sus planes, pero no tiene fe en Dios y no
puede tenerla porque es carnal y no quiere ni puede entender las cosas
de Dios porque son espirituales y se deben de entender espiritualmente.
Romanos
8:5
Por cuanto
los
designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a
la ley de Dios ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar
a Dios.
I
Corintios 2:14
Pero
el
hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios,
porque para él son locura, y no las puede
entender,
porque se han de discernir espiritualmente.
El
hombre muerto en el espíritu es un ser carnal y no puede acudir
a Dios, no puede percibir las cosas del Espíritu Santo porque le
son locura. Así está el pecador, perdido y
con el entendimiento cegado por el poder de Satanás y del
pecado.
Que no
significa esta doctrina:
Esta doctrina enseña que el hombre es malo, pero NO
enseña que sea tan y tan malo que no sea capaz de hacer algo
bueno.
Mateo
7
9
¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan,
le dará una piedra? 10 ¿O si le pide un pescado, le
dará una serpiente? 11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis
dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto
más vuestro Padre que está en los cielos dará
buenas cosas a los que le pidan?
El
hombre aun después de la caída es capaz de hacer cosas
muy buenas y las hace a diario, como nos dice Jesús, el hombre
‘siendo malo’ sabe dar comida a sus hijos. El hombre hace cosas dignas
de admiración y reconocimiento. El hombre se preocupa por su
prójimo, hace escuelas, establece hospitales, gobiernos y leyes
para el beneficio a la sociedad, establece policías, y
ejércitos militares para mantener la paz, etc. Todas esas cosas
son cosas muy buenas y necesarias para que podamos convivir en el mundo
de manera civilizada y en armonía los unos con los otros. PERO
eso es solo desde el punto de vista humano y aunque podríamos
decir que tales cosas son vistas ‘en cierta manera’ como buenas aun por
Dios, no son lo suficientemente buenas como recomendar al hombre ante
Dios. Al contrario, la Biblia nos dice que las justicias de los hombres
son suciedades ante Dios…
Isaías
64
5
Saliste al encuentro del que con alegría hacía justicia,
de los que se acordaban de ti en tus caminos; he aquí, tú
te enojaste porque pecamos; en los pecados hemos perseverado por largo
tiempo; ¿podremos acaso ser salvos? 6 Si bien todos nosotros
somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de
inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras
maldades nos llevaron como viento. 7 Nadie hay que invoque tu nombre,
que se despierte para apoyarse en ti; por lo cual escondiste de
nosotros tu rostro, y nos dejaste marchitar en poder de nuestras
maldades
Jesús
mismo enseño esto cuando dijo…
Lucas
16
14 Y
oían también todas estas cosas los fariseos, que eran
avaros, y se burlaban de él. 15 Entonces les dijo: Vosotros sois
los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres;
mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres
tienen por sublime, delante de Dios es abominación.
El
hombre Sí puede hacer muchas cosas ‘buenas’ PERO lo que el
hombre NO puede hacer es algo que le recomiende ante Dios, y entre eso
se encuentra la ‘fe’ y el ‘arrepentimiento’ hacía Dios con un
corazón sencillo y humillado.
El problema de la maldad del hombre es algo serio: La
condición de la maldad del hombre es tal que el hombre ‘siendo
malo’ no tiene capacidad para hacer algo que sea considerado
“espiritualmente bueno” por Dios y que le otorgue su favor.
Jesús dijo:
Mateo
12
33 O
haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol
malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el
árbol.(1) 34 !!Generación de víboras!(2) ¿Cómo
podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la
abundancia del corazón habla la boca.
La
tendencia ‘normal’ del hombre es hacia lo malo y no hacia lo bueno. De
eso nos dice Dios que es real y verdadero desde el mismo principio de
la Biblia. La maldad del hombre es una doctrina que se establece desde
los comienzos de la revelación bíblica y negar que el
hombre sea perverso y malo es una muestra más de esa
perversión…
Génesis
6
5 Y
vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra,
y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era
de continuo solamente el mal.
Génesis
8
20 Y
edificó Noé un altar a Jehová, y tomó de
todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en
el altar. 21 Y percibió Jehová olor grato; y dijo
Jehová en su corazón: No volveré más a
maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del
corazón del hombre es malo desde su juventud; ni
volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho.
La
realidad de esa maldad se encuentra en toda la raza humana e
incluía la nación escogida de Dios, el pueblo de Israel.
Por eso le dice:
Jeremías
32
30
Porque los hijos de Israel y los hijos de Judá no han hecho
sino lo malo delante de mis ojos desde su juventud; porque los
hijos de Israel no han hecho más que provocarme a ira con la
obra de sus manos, dice Jehová. 31 De tal manera que para enojo
mío y para ira mía me ha sido esta ciudad desde el
día que la edificaron hasta hoy, para que la haga quitar de mi
presencia,
La
depravación, perversidad e incapacidad del hombre para buscar a
Dios y/ o responder al Evangelio es resaltada también por el
Apóstol Pablo cuando nos habla de la condición del hombre
'no regenerado’ ó todo aquel que no ha “Nacido de Nuevo” por
obra del Espíritu Santo:
1
Corintios 2
14
Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu
de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender,
porque se han de discernir espiritualmente.
Como
puedes ver, el hombre carnal, es decir, el que no ha nacido del
Espíritu no puede percibir las cosas del Espíritu porque
le son locuras. Recuerda cuando Pablo predicó el Evangelio a
Festo en Hechos y él le dijo “Pablo, estas loco, las muchas
letras te han vuelto loco” (Hechos 26:24). Festo no podía
percibir las cosas del Espíritu, el mensaje del Evangelio el
cual Pablo le predicaba y le parecía que Pablo hablaba locuras.
Pero mira aun más lo que nos dice Pablo…
Romanos
8
7
Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque
no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8 y los que viven
según la carne no pueden agradar a Dios.
Pablo nos dice, que los que designios de la carne son enemistad contra Dios. La naturaleza ‘espiritualmente muerta’ del hombre tiende a NO el buscar a Dios sino el de ‘enemistarse’ contra Dios. El hombre “No regenerado” no se sujeta a la ley de Dios, no quiere sujetarse a Dios y no puede sujetarse a Dios. El hombre no regenerado no cree al Evangelio, no escucha la voz de Dios, no se somete, no responde, pues las cosas de Dios (del Espíritu) le son locura.
Pablo llega a la conclusión de que todos los hombres su
naturaleza de depravación han llegado a darle la espalda a Dios…
Romanos
3:10
"Como
está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda.
No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron
inútiles..."
Nosotros
los creyentes en Cristo ahora, en un tiempo también estuvimos en
esa condición. Por eso como el hombre no podía ni
puede hacer nada por si mismo, Dios tuvo que hacer algo por el hombre y
como para Dios no hay sorpresas, Él todo lo sabe, dice la Biblia
que el plan de Redención preparado por Dios desde la
fundación del mundo fue puesto en funcionamiento para rescatar a
su Pueblo de la condenación.
Por que por Gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros pues es don de Dios; No por obras para que nadie se gloríe. Efesios 2:8-9.