Cuando hablamos de sello sabemos que ese pedacito de papel que adjuntamos a un sobre, representa el estado de su procedencia, certificando que el envío de la carta es válido. El dueño del sello es el que lo fabrica en este caso la autoridad máxima o federal de la nación.

En la Biblia Dios tiene sellos que se aplican al ser humano y nos referimos aquellos que identifican una disposición divina. Escribió el profeta Isaías en el caso de la ley en el antiguo pacto: Isaías 8:16 “Ata el testimonio, sella la ley entre mis discípulos.”

En el antiguo pacto había una señal entre Dios y su pueblo Israel Exodo 31:12-18 “El sábado séptimo día  el que no lo guardaba moriría ciertamente.”

Sucedería lo mismo sino se circuncidaba. Recuerden a Séfora la esposa de Moisés circuncidando a su criatura pues el ángel vino a matar a Moisés pues no  había circuncidado a su hijo Exodo 4:24,25

Recordemos que ese pacto dice: “Guardarán, pues, el sábado los hijos de Israel: celebrándolo por sus edades por pacto perpetuo.” Israel no es parte de los Gentiles ni los Gentiles parte de Israel. El sábado era para los Judíos, claro que todo aquel que quería ser parte de esa nación debía circuncidarse y guardar el sábado, así como las otras 611 leyes. En total eran 613

El Apóstol Pablo es bien claro cuando nos dice en Colosenses 2:16,17 “Por tanto, nadie os juzgue en comida, o en bebida, o en parte de día de fiesta, o de nueva luna, o de sábados: lo cual es la sombra de lo porvenir; mas el cuerpo es de Cristo.” Quiere decir que el cuerpo proyecta la sombra pero Cristo es el verdadero reposo.

Gálatas 4:10,11 “Guardáis los días, y los meses, los tiempos, y los años. Temo de vosotros, que no haya trabajado en vano en vosotros.” Todo esto lo dice a los Gentiles Gálatas y al resto del cristianismo en todo el mundo.

Moisés escribió este mandato: Génesis 17:11 Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros. Romanos 4:11

El pacto: Deuteronomio 4:13, 9:9-11 Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra, las diez palabras: y escribiólas en dos tablas de piedra.

Bíblicamente probado que la señal de los diez mandamientos de Exodo 20:3-17 es la circuncisión. Está probado que en el antiguo pacto la señal era para la carne, cortando los prepucios con la piedra afilada.

Dios puso un sello sobre Jesús su Hijo

Juan 6:27 “...El Padre señaló a su Hijo que es Dios”

Una señal invisible espiritual del nuevo pacto

Romanos 2:27-29 ...la circuncisión es interior...cambio de corazón, espíritu nuevo, nueva criatura Rom.7:6, Ezequiel 36:26,27, Jeremías 32:40 ...no se aparta nunca,

2 Cor. 5:17,18 “nueva criatura hecha por Dios”

Esta circuncisión no es en la carne, por  tanto las diez palabras escritas en piedra eran para ser aplicadas al corazón de piedra, el cual fue quitado por el Espíritu Santo haciéndonos espirituales para siempre

El verdadero sello de Dios desde antes de la fundación del mundo 2 Timoteo 1:8-11

2 Timoteo 2;19 “Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.”

Jesucristo es el Fundamento

Mateo 16:18, Isaías 28:16, 1 Cor. 3:11, 1 Pedro 2:6, Efesios 2:20...

El Señor conoce a los suyos desde antes

Romanos 8:29 “...Dios...a los que antes conoció, también predestinó...(con un propósito)

Gálatas 4:9 “...siendo conocidos de Dios.”

Juan 10:14 “Yo soy el buen pastor y conozco mis ovejas, y las mías me conocen.”

Vs. 27 “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen.”

Ratificados por el Espíritu Santo

Efesios 1:13, 4:30, 2 Cor. 1:22 Sellados por el Espíritu Santo hasta el día de la redención.

No se pueden utilizar ninguna de las diez letras escritas en piedra por el dedo de Dios, para imponerlas como sello para señalar a ninguno de sus hijos espirituales.

El verdadero sello está asegurado porque Dios lo tiene y esa es la real garantía que nos da acceso al conocimiento de que nuestros nombres están escritos en el libro de la vida desde antes de la fundación del mundo. DIOS NOS CONOCE PERO A OTROS NUNCA CONOCIÓ. Suficientes textos bíblicos lo aseguran: Mateo 25:12, 7:23  y

13:36-43 Por ello estad quietos y conoced que Dios es Dios.